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Secretos del beso

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Diana Resnicoff es licenciada en psicología, sexóloga clínica y secretaria científica de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (S.A.S.H.).


Es señal de complicidad, de ternura, y forma parte del ritual del juego sexual. Podemos besarnos en los labios o en cualquier lugar del cuerpo. El beso no es solamente tacto, también involucra a la vista, el gusto, el olfato, los sonidos, las fantasías… En síntesis, besar es una maravilla y vale la pena que aprendamos más acerca de este verdadero arte.



Cecilia (20 años):
Un beso húmedo y suave me vuelve vulnerable. Es una invitación a ir más allá.

Valentín (38 años): Hay un beso en particular que recuerdo como una de las experiencias más apasionantes de mi vida. Mientras escuchábamos una sinfonía empezamos a besarnos, hundiéndonos el uno dentro del otro, boca con boca, respirando al unísono, jugueteando con nuestras lenguas y experimentando sensaciones maravillosas. Cuando nuestras bocas se separaron, me sentía tan satisfecho como si acabáramos de hacer el amor.

Mónica (30 años): Yo sé si un hombre es buen amante o no, cuando compartimos el primer beso apasionado. Si me mete su lengua directamente dentro de la boca, no va a conseguir nada más conmigo. Pero si primero me lame, me mordisquea y me chupa los labios y la lengua, lo conseguirá todo.


Cuando los besos son intensamente vividos pasan a constituirse en otro de los ingredientes del placer erótico, le dan más tiempo al amor y son una forma de comunicación llena de variaciones y de posibilidades.


Para que aproveches al máximo este don de la naturaleza, van algunos consejos:


-El aliento es fundamental para besar, por ende se impone un buen lavado y cepillado de dientes y el uso de chicles o pastillas.

-Comienza con besos muy suaves, jugando con sus labios. Empieza besando de una forma suave y juguetona con la boca ligeramente abierta y los labios firmes pero no rígidos, incrementando los movimientos y apertura de la boca de a poco y en la medida en que los “mensajes” que se transmiten con los labios lo permitan.

-Alterna el jugueteo de la lengua con los besos suaves.

-Espera a ser invitado por la boca de tu pareja antes de entrar en ella porque cuando esté preparada para compartir un beso profundo, su boca se abrirá automáticamente. No intentes meter la lengua a la fuerza.

-Varía el ritmo de los besos, cambiando de un ritmo rápido a uno lento, de uno fuerte a uno suave.


¿Qué te parece si ahora empiezas a practicar una lluvia de besos diferentes? Seguramente a ti y a tu pareja se les ocurrirán mil y una formas. ¡Que se diviertan!


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